Mi elección
de la estrategia fue cuentacuentos, creo que es una manera cercana de poder
transmitir una historia a mi forma de ver pudiendo llegar más al espectador, ya
que se puede adaptar el texto en el momento, haciendo más énfasis en una parte
que les está llamando la atención, o acortando partes en las que sea necesario
darle más fluidez.
Mi historia
era un cuento de los hermanos Grimm, titulado “Las tres hilanderas”, decidí hacerlo
para la edad de 5 años y tuve que hacer diversas adaptaciones, de vocabulario
por ejemplo, palabras como rueca, hilar… que no son muy comunes a esta edad.
La historia
tenía un final con moraleja que creo que no estaba a la capacidad de niños de 5
años y también lo adapté haciéndolo más sencillo.
La
preparación empezó buscando una historia que poder contar, sabia cuentos pero
quería una historia original que no fuera común, encontré en internet esta
historia de los hermanos Grimm. Hice las adaptaciones convenientes según para
la edad a la que lo iba a contar y practiqué el énfasis, la entonación, la expresión…
Y por último teniendo en cuenta a los niños a
la hora de contar un cuento y más sin la ayuda del libro físico, es necesario
llamar su atención, mantenerles enganchados a la historia, esto se hace creando
momentos de misterio, poniendo entonación en otros, haciendo así que quieran
que la historia avance. Cuando el cuento termina, creo que es positivo crear un
feedback de que es lo que han sentido, que les ha gustado, si lo han entendido,
para ello he pensado una serie de preguntas que pueden ser útiles:
- ¿Os ha
gustado?
- ¿Ha hecho
bien la madre mintiendo?
- ¿Por qué la
chica siempre está triste?
- ¿Vosotros
hubierais dicho la verdad?
El primer
grupo al que les conté mi cuento estaba formado por Marta y Gissela, su
feedback fue muy positivo, al ser la primera vez que lo contaba en público, me
sentí menos segura y me trabé alguna vez cuando había que usar alguna palabra
de las que tenía que modificar, pero aun así me dieron una valoración positiva,
que fijaba la mirada en ellas, que adaptaba el tono de voz a cada momento
dándole una buena entonación y que lo hago dinámico por que pongo voces y le
doy emoción.
El segundo
grupo con el que me reuní fue el formado por Laura y Diana, me dieron un
feedback parecido al grupo anterior, que fijo mucho la mirada en la gente que
me escucha y eso hace que conecte mucho con ellos y que entren más en la
historia, la entonación también es muy positiva ya que se acentuar los momentos
El tercer grupo
al que conté mi narración fue el formado por Sandra y Noelia, es en el grupo en
el que más cómoda me sentí, a parte que tras llevar dos veces contado todo era
más sencillo, creo que verdaderamente lo conté como si de niños se tratase
gesticulando, poniendo voces, y por un momento me sentí más cerca de esa de la
maestra que en un futuro enfrente de sus niños les contará lo mejor que pueda
cuentos y emocionantes historias.
¡Hola Alba!
ResponderEliminarMe gusta mucho la presentación que haces de la actividad de cuentacuentos. Describes muy bien cada una de las partes en las que te has ido basando para llevar a cabo la actividad.
Quizá yo no quitaría la moraleja al final del cuento, creo que si que es bueno que el cuento lleve al final su moraleja correspondiente y si fuera compleja como algunas palabras, lo modificaría como has dicho tu misma.
Por lo demás creo que está perfecto ya que se que le das mucha entonación y expresividad a la hora de contar los cuentos.Eso es muy importante, como bien dices, mantiene a los niños enganchados hasta el final.
Enhorabuena Albi!
Un besito.
Ojo con las moralejas, Marta. Podemos convertir un cuento literario en paraliterario.
EliminarEstá muy bien, Alba, pero no has extraído conclusiones personales ni has comentado cómo trabajarías este cuento en EI ahora que has probado a contárselo a tus compañeras.
ResponderEliminar